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Conectar para enseñar: Cómo prevenir la violencia escolar

La violencia, en todas sus partes, es un problema serio en el mundo escolar. Sin embargo, como profesionales del área de la salud y educación, debemos saber que la educación emocional es una herramienta poderosa a la hora de prevenir y crear un ambiente educativo seguro y saludable.

Te invitamos a continuar leyendo este artículo.

Conectar para enseñar: Cómo prevenir la violencia escolar

La educación emocional entrega herramientas clave a la hora de que niños, niñas y adolescentes se desarrollen en el mundo escolar. Dentro de las cualidades que un estudiante puede conocer y adquirir, está la empatía, toma de perspectiva, resolución de conflictos, comunicación efectiva y la autoconciencia.

Los educadores y padres o personas a cargo, deben considerar la implementación de programas de educación emocional en escuelas, con la finalidad de fomentar una cultura de respeto y apoyo mutuo entre los pares.

Violencia escolar

La violencia escolar es una forma de maltrato generalmente intencionado y perjudicial, desde un estudiante hacia otro compañero que en muchas ocasiones es más débil, que lo convierte en una víctima habitual de este maltrato.

El acoso escolar no tiene tiempos, puede durar semanas, meses e incluso años.

En otras palabras, la violencia escolar son todas las acciones u omisiones constitutivas de agresión y hostigamiento, que ocurren tanto dentro como fuera del establecimiento escolar, que puede ser de manera individual o colectiva, que atenta contra otro estudiante valiéndose de la superioridad.

¿Desde dónde proviene la violencia escolar?

La violencia en el ambiente escolar en muchos casos se deriva desde un entorno que acepta y legitima las conductas violentas, debido a la cultura arraigada de agresiones que se tiene en la sociedad, aunado a la falta de una cultura de respeto a los derechos humanos de NNA.

Esto, por ejemplo, provoca que niños y jóvenes consideren que es aceptable acosar o intimidar a sus compañeros de clase, ya sea por apariencia física, orientación sexual, origen étnico, o cualquier otra característica. Además, la falta de respeto a los derechos de menores, puede llevar a que los estudiantes no se sientan seguros para denunciar estas conductas violentas o de buscar ayuda.

Como resultado, la violencia escolar puede tener consecuencias graves en la salud mental y emocional de los estudiantes afectados, así como en su rendimiento académico y su bienestar en general.

Tipos de violencia

Existen varios tipos de violencia escolar, algunos de los cuales incluyen:

  • Violencia física: Este tipo de violencia se refiere a cualquier acto que implique el uso de fuerza física para intimidar, dañar o causar dolor a otro estudiante. Esto puede incluir empujones, golpes, patadas, entre otros.
  • Violencia verbal: Este tipo de violencia implica insultos, amenazas, burlas, rumores o cualquier otro tipo de comunicación verbal que tenga la intención de lastimar o intimidar a otro estudiante.
  • Violencia emocional: La violencia emocional puede incluir cualquier acto que tenga como objetivo intimidar, humillar, aislar o excluir a otro estudiante. Esto puede incluir el rechazo social, la exclusión deliberada de actividades grupales, la difusión de rumores y la intimidación.
  • Violencia sexual: Este tipo de violencia se refiere a cualquier acto sexual no deseado que se realiza sin el consentimiento de la víctima. Esto puede incluir el acoso sexual, el abuso sexual y la violación.
  • Violencia cibernética: La violencia cibernética se refiere a cualquier acto de violencia que se realiza a través de medios digitales como internet, redes sociales y mensajería instantánea. Esto puede incluir la difusión de rumores, el acoso en línea, el robo de identidad y la exposición no consensuada de fotografías o videos.

Consecuencias emocionales de la violencia escolar

Dentro de las consecuencias que se han encontrado en niños y adolescentes que han sido víctimas de violencia escolar están:

  1. Depresión
  2. Ansiedad
  3. Problemas de aprendizaje
  4. Problemas de sueño
  5. Rechazo social
  6. Baja autoestima
  7. Autopercepción de baja valía física y social

¿Cómo puede ayudar la educación emocional?

La educación emocional ayuda a prevenir la violencia escolar, puesto que favorece las relaciones personales significativas entre jóvenes, de manera que experimentan con mayor frecuencia estas emociones. Y es que, las personas felices no necesitan hacer daño a nadie, más bien, rechazan cualquier tipo de violencia.

“La educación emocional es una forma de prevención primaria inespecífica. Entendemos como tal a la adquisición de competencias que se pueden aplicar a una multiplicidad de situaciones, tales como la prevención de consumo de drogas, prevención del estrés, ansiedad, depresión, violencia, etc”. (Bisquerra, 2005, p.97)

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Entonces, ¿cuáles son los beneficios de conectar para enseñar y reducir la violencia escolar?

Son múltiples los beneficios, y además, impactan en tener relaciones interpersonales óptimas y vínculos sanos.

Entre los beneficios están:

  • Provoca que los estudiantes estén más receptivos para aprender: la sensación de conexión surge cuando nos sentimos importantes y tenidos en cuenta. Es por ello, que si un niño se siente importante se sentirá aceptado y contestado de tal manera, que estará más receptivo a escuchar, pensar, aprender y tomar mejores decisiones.
  • Mejora la relación de educadores y estudiantes: lo que genera un clima escolar adecuado al aprendizaje escolar y socio/emocional.
  • Contribuye al neurodesarrollo: ayuda al desarrollo de estudiantes y la manera en que se va configurando su cerebro. Conocer y respetar las etapas del desarrollo cerebral que tienen directa relación con las competencias y habilidades que podrán poner al servicio de su desempeño social. Conectar hace que se refuercen las conexiones neuronales entre el cerebro primitivo (que se encarga de las reacciones instintivas de supervivencia) y el cerebro sugeríos (encargado de funciones como la autorregulación, la atención, el equilibrio emocional, la empatía, etc.) que modifican literalmente el cerebro.

Rol de madres, padres y cuidadores

La familias y adultos formadores son muy importantes a la hora de prevenir la violencia escolar. Pueden abordar el desarrollo de habilidades, como reforzar la autoestima en sus hijos, ayudándoles a reconocer sus capacidades, habilidades y el gran esfuerzo que ha hecho por haber pedido ayuda.

Por otro lado, si tu hijo/a ha sido parte de un acto de violencia escolar, la familia debe comunicar la situación a la escuela. Es importante que el centro escolar conozca la situación y mantenga una comunicación continua y de colaboración con ellos.

Son los adultos los llamados a generar la promoción de conductas bien tratantes, y para eso se necesita que las acciones sean conocidas y socializadas con todos los directivos, profesores, apoderados, personal administrativo, profesionales e inclusive el centro de alumnos.

Es relevante entender que la convivencia escolar es una instancia de construcción diaria, que implica tomar acciones concretas conocidas por todos y co-construidas por todos los actores de la comunidad educativa.

Importancia de aplicar estrategias

Para prevenir y abordar la violencia escolar, es importante no solo identificar la violencia en sí, sino que también se debe desarrollar estrategias que promuevan el desarrollo de competencias cognitivas, emocionales y comunicativas en los estudiantes.

Esto puede incluir:

  • Enseñanza de habilidades sociales y emocionales a alumnos.
  • Intervenir o accionar de manera rápida y efectiva.
  • Recopilar información necesaria y brindar apoyo y acompañamiento a los involucrados.
  • Generar instancias de diálogo y negociación entre pares involucrados. Esto puede lograrse a través de la mediación o el arbitraje pedagógico, que son herramientas efectivas para llegar a un acuerdo y prevenir la escalada de la violencia.

En conclusión, la implementación de una educación emocional, junto a la intervención temprana y promoción de instancias de diálogo y resolución de conflictos, son fundamentales para prevenir y abordar la violencia escolar de manera efectiva. Asimismo, prevenir y educar a las personas sobre estas herramientas es tarea de todos, no tan solo de educadores y psicólogos.

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