Mtro. Gabriel Peña Sierra
Psicólogo clínico y Magíster en Arteterapia. Docente universitario y especialista en violencia intrafamiliar, con trayectoria en diseño e implementación de proyectos comunitarios.
Precio Programas:
Descuento de programas:
Subtotal:
Descuentos:
Subtotal - Descuentos:
Total:
Ir a pagarTu carro esta vacío
Última actualización:
Tiempo de lectura:8 minutos
La arteterapia ha emergido en los últimos años como un enfoque terapéutico que integra creatividad y proceso emocional para apoyar a personas de todas las edades en su bienestar psicológico.
A través de distintas técnicas artísticas —como el dibujo, la pintura, el collage, la dramatización o la escritura creativa— la arteterapia abre espacios para que las personas puedan expresar, simbolizar y procesar emociones, incluso cuando estas resultan difíciles de verbalizar. Esta disciplina no sólo acompaña procesos terapéuticos, sino que también promueve la regulación emocional, la construcción de sentido personal y nuevas formas de interacción con el mundo interno y externo.
En colaboración con Mtro. Gabriel Peña Sierra, psicólogo clínico con magíster en arteterapia, exploramos qué es esta disciplina, para qué sirve, cómo se aplica y cuál es su aporte actual al campo de la salud mental.
La arteterapia puede entenderse como una forma de intervención psicológica que utiliza procesos creativos como medio de comunicación entre la persona, el terapeuta y el material artístico. No se trata de crear obras de arte estéticamente “buenas”, sino de propiciar un espacio en el que la persona puede vivir, explorar y simbolizar sus emociones a través de la expresión artística.
“El sello distintivo de la arteterapia es enfocarse en la cualidad de la producción artística y en el proceso creativo, utilizando la imagen y los símbolos como medio de comunicación más allá de la palabra”, añade el docente.
Esto significa que el valor terapéutico no reside únicamente en el resultado, sino en el proceso —en cómo se elige el material, cómo se relaciona la persona con él, y qué significado emocional emerge a partir de esa experiencia creativa.
La arteterapia se ha empleado en distintos contextos clínicos y comunitarios para acompañar procesos de duelo, trauma, ansiedad, dificultades relacionales, estrés postraumático, trastornos del ánimo y muchos otros ámbitos donde la expresión emocional es clave.
Mtro. Gabriel Peña Sierra explica que “los materiales funcionan como contención emocional y permiten aproximarse indirectamente al dolor, evitando revictimizar a las personas al relatar experiencias complejas”.
Esto quiere decir que, especialmente en procesos sensibles —como el trauma o el duelo—, la posibilidad de acercarse a los contenidos internos sin necesidad de verbalizarlos directamente puede generar un espacio protector y significativo de procesamiento emocional.
Aunque sus raíces se encuentran en enfoques humanistas y psicoanalíticos, en las últimas décadas la arteterapia ha sido objeto de estudio dentro de las neurociencias, la psicología clínica y la psiquiatría. Los estudios han explorado cómo los procesos creativos activan áreas cerebrales vinculadas a la memoria emocional y la regulación afectiva, contribuyen a la reducción del estrés y del cortisol, fortalecen la autoobservación y la flexibilidad cognitiva, y consolidan una mayor integración emocional.
La evidencia sugiere además que el arte como recurso terapéutico puede ser particularmente útil cuando las palabras resultan insuficientes o inaccesibles para describir experiencias internas profundas.
La infancia es un ámbito donde la arteterapia se vincula de forma natural, ya que los niños y niñas tienden a relacionarse espontáneamente con el juego y la creación simbólica. Esto facilita que se expresen, exploren emociones complejas y desarrollen habilidades socioemocionales a través de lenguajes no verbales.
“Los niños tienen menos censura hacia las técnicas y materiales. Su aproximación es más libre, cercana al juego, un lenguaje fundamental en su desarrollo”, destaca el docente.
Es por esta razón que los profesionales que trabajan con población infantojuvenil encuentran en la arteterapia un recurso valioso para acompañar procesos de regulación emocional, identificación de emociones, resolución de conflictos y construcción de identidad.
La arteterapia puede emplear una amplia variedad de técnicas, cada una con potenciales aportes específicos al proceso terapéutico. La elección dependerá de las necesidades de la persona y de las metas terapéuticas acordadas.
Los materiales como el lápiz o el óleo permiten a las personas organizar imágenes internas y darles forma. La pintura, especialmente la acuarela, al ofrecer menor control y mayor espontaneidad, suele movilizar contenido emocional con mayor facilidad.
El uso de collage o de materiales tridimensionales posibilita la construcción de escenas simbólicas, la integración sensorial y la exploración de relaciones internas complejas. Trabajar con texturas diversas invita a una experiencia más multi-sensorial, lo que puede ser especialmente útil en procesos de autoexploración y regulación afectiva.
A través del movimiento y la dramatización, se permite que el cuerpo se convierta en un lenguaje expresivo. Esto es particularmente valioso en contextos donde la expresión verbal es limitada o insuficiente para abarcar vivencias internas profundas.
La escritura libre, la poesía o la creación de narrativas permiten conectar pensamientos, emociones y experiencias de formas novedosas y reflexivas. Estas técnicas ofrecen herramientas para dar sentido a experiencias internas complejas, transformándolas en historias propias.
La arteterapia también ha encontrado aplicaciones relevantes en ámbitos educativos y clínicos. En escuelas, por ejemplo, puede ser una herramienta que fortalezca la convivencia escolar, facilite el desarrollo socioemocional y genere espacios de expresión para quienes tienen dificultades con los lenguajes convencionales.
En esa línea, el docente comenta que “la sociedad necesita revalorizar el arte como recurso fundamental para el desarrollo humano. La educación artística no puede seguir viéndose como secundaria”.
En contextos clínicos, pese a desafíos institucionales y a la necesidad de marcos formales de reconocimiento, su aplicación ha crecido de manera sostenida tanto en consultas privadas como en equipos de salud mental comunitaria.
La formación en arteterapia permite a profesionales de la salud mental y la educación integrar herramientas expresivas para potenciar la intervención clínica y socioemocional. En esta línea, ADIPA ofrece cursos especializados que profundizan en el uso terapéutico del arte, entre ellos el programa “Técnicas de Arteterapia en Población Infanto Juvenil: Estrategias para la intervención emocional y psicoterapéutica“, impartido por profesionales con experiencia clínica y educativa, entre ellos el propio Mtro. Gabriel Peña Sierra.
El curso tiene como objetivo entregar fundamentos teóricos y prácticos para comprender cómo los materiales, las técnicas y los procesos creativos pueden apoyar la regulación emocional, la expresión simbólica y la construcción de sentido en niños, niñas y adolescentes.
A lo largo del programa, los y las participantes aprenderán a:
Contar con estas herramientas es fundamental para profesionales que trabajan con población infantojuvenil, ya que la expresión creativa permite acceder a emociones y experiencias que muchas veces no se logran verbalizar directamente. La arteterapia amplía las posibilidades de intervención y contribuye a procesos terapéuticos más completos, respetuosos y sensibles a las necesidades de cada persona.
La arteterapia se está consolidando como un enfoque terapéutico versátil y potente, capaz de articular creatividad, simbolización y regulación emocional. Su crecimiento responde a la necesidad de herramientas que permitan abordar experiencias internas complejas más allá de la palabra, especialmente en contextos de trauma, duelo, ansiedad y desarrollo emocional.
Como enfatiza el docente, su expansión está estrechamente vinculada a la capacidad del arte para facilitar la expresión y la integración emocional, atributos que la convierten en una herramienta valiosa en el actual panorama de la salud mental.
Integrar la arteterapia en distintos contextos —desde educación hasta psicoterapia clínica— ofrece nuevas formas de acompañar a personas en sus procesos de crecimiento, recuperación y bienestar emocional, fortaleciendo, a su vez, el campo profesional y las prácticas interdisciplinarias en salud.
Curso 100% asincrónico, clases en formato de video-cápsulas. Revisa el contenido on demand, en el momento que desees.
Curso 100% asincrónico, clases en formato de video-cápsulas. Revisa el contenido on demand, en el momento que desees.
Sesiones 100% en vivo, si no puedes asistir, puedes revisar posteriormente la grabación en tu aula virtual. No aplica para acreditaciones internacionales.
Sesiones 100% en vivo, si no puedes asistir, puedes revisar posteriormente la grabación en tu aula virtual. No aplica para acreditaciones internacionales.
La arteterapia integra creatividad y bienestar emocional. En colaboración con el Mtro. Gabriel Peña Sierra,...
Leer másLa memoria es un proceso psicológico fundamental que permite aprender, adaptarse y construir identidad. En...
Leer másLos mecanismos de defensa forman parte del funcionamiento psíquico cotidiano. En esta nota, Mg. Ps....
Leer másRecibirás una notificación cuando el curso esté disponible.