Seminario: Calidad de vida, ansiedad y pandemia

Calidad de vida y ansiedad

[11:40] “Cuando hablamos de ansiedad, como concepto así puro, aparecen nuestro cerebro, nuestra inteligencia que de alguna forma centra la mirada en la respuesta displacentera y de pronto queda ahí a un pasito, al borde, de una conceptualización más patológica al respecto de lo que llamamos ansiedad”.

[12:10] “La ansiedad es una respuesta a estímulos externos, el contexto, lo que está pasando, cuando decimos externos de la piel para afuera y también internos.  Es decir, el mundo interno muchas veces nos va poniendo sobre la mesa una serie de sensaciones, pensamientos, una serie de fenómenos, podríamos decir, que provienen también desde nuestro mundo interno que nosotros hemos llamado psique, pero que también posee ese espacio de criterio.

A veces puede ser que estás viviendo días de mucha tranquilidad, vacaciones y de pronto un sueño te instala una experiencia desagradable, un estímulo interno y que nosotros a partir de esa respuesta, la vamos experimentando como miedo, inquietud o como la gente lo llama, nerviosismo”.

[13:21] “Pareciera ser que la ansiedad la vamos reportando como este espacio displacentero, pero de alguna forma que también tiene que ver con un correlato, una experiencia física determinada. Es decir los ansiosos en general nos hace estar contenidos, levantamos los hombros, sentimos el peso en nuestro sistema nervioso, algo pasa, pero hay que decir que la ansiedad es normal, nos ocurre que en el trabajo o en las técnicas de abordaje propias de las escuela postmodernas tenemos que establecer una línea de medición”.

La ansiedad es normal

[14:24] “Qué tan ansioso te sientes, 1 sería que es tan poca ansiedad que yo podría quedarme dormida y 10 es prácticamente como una crisis de pánico y la gente que está muy afectada probablemente sitúan ese puntaje por sobre 5, 6 u 8, y cuando uno les pregunta qué quieren lograr en cuanto a ansiedad, te dicen 1 o 0 pero sabemos también que en el trabajo con las personas 1 o 0 no es lo óptimo”.

[15:09] “Imagínense ustedes que el cirujano que hoy día te va a atender y te va a hacer una cirugía al corazón venga con niveles de ansiedad 0, relajado ¿Te operarías? Y llega bostezando a la operación, ¿Te someterías al quirófano con un sujeto que viene con ese nivel de activación? Entonces, parece ser que en la vida requerimos un estado de alerta que a la larga es una de las maneras en las que podemos técnicamente referirnos a la ansiedad y que esté dentro de los parámetros que llamamos normales y, por lo tanto, no podemos pensar la vida con ansiedad 0 o con alerta 0”.

[15:57] “Pareciera ser que la ansiedad al mismo tiempo conlleva, dentro de la experiencia mental, una variable importante al respecto de expectativas que uno tiene. No sé si muchos de ustedes trabajan con pacientes con ansiedad. Cuando uno observa a las personas consisten en la construcción personal, espontanea de demonios al respecto de lo que va a ser el futuro, el mañana, lo que podría ocurrir, en donde cuando uno los observa desde afuera pareciera ser que no son más que construcciones personales, pero lo cierto es que ansiedad es un estado de alerta, es normal y lo encontramos en todas las personas y muchas veces cuando se elevan todavía dentro de los estándares normales le llamamos preocupación”.

Cuando la ansiedad se vuelve patológica

[21:56] “La ansiedad se vuelve patológica cuando está fuera del control voluntario. Es decir, yo estoy acá hoy día en esta conversación y de pronto, sin tener una razón específica, se activa algo que no logro identificar y que de pronto hace que mi frecuencia cardiaca se altere, que sienta mareo, sudoración, hormigueo en las manos, en las piernas y experimento esto que pudiera ser una alteración, un desorden de mi estado de alerta como una enfermedad, como algo que me ataca y es como algo que me da”.

[22:54] Entonces, lo que ocurre es que claro, la ansiedad, podríamos decir en nuestro sistema natural esté fuera del control voluntario y pareciera ser que  queremos tener control de lo que está fuera de control. De esta manera la crisis se agudiza ya sea de pánico, ya sea de angustia. Es decir, cuando experimento que no tengo el control a partir del estímulo, a partir de mi reacción ante algo que no sé qué lo que es y ahora intento controlarlo, parece que más se desordena, parece que está más fuera de control”.